miércoles, 20 de junio de 2018

Todos lo experi-
mentamos de 
forma diferente en función de la genética, entorno, recursos y estilo de vida aunque hay cambios que no debes dejar pasar. 

El proceso de envejecimiento 
ocurre.de forma.
gradual..Los.cam-biose suceden muy despacio y en las primeras e-
tapas son casi imperceptibles. 

El punto de partida lo que voy a explicar es lo que pasaría sin hacer nada a favor o en contra de tu salud, sino dejando que la evolución siga su ritmo. Cualquier mejora en nuestro estilo de vida y cuidado personal se retrasa todo este proceso, a veces en mayor y otras veces en menor medida. Yo, Lis Agudo, como fundadora y directora de ACTitud50, explico en este artículo qué puede suceder en cada una de las etapas de este dilatado proceso. Si las identificas en ti, estarás en condiciones de actuar para retrasarlas. No podemos evitar hacernos mayores, pero sí tenemos al alcance de la mano hacerlo con plenitud.

Pubertad de la madurez.

Esta época, que se centra alrededor de los 35-45 años, se caracteriza por la estabilidad de tu cuerpo y organismo. Has llegado a la cúspide de tu bienestar, la densidad ósea de tus huesos es máxima, tu tono muscular es el indicado si has practicado algo de deporte, el metabolismo trabaja con eficiencia para procesar los alimentos y tu cerebro funciona en óptimas condiciones.
Es la época en la que te darás cuenta de que estás llegando al final de la pubertad, porque empezarán a aparecer las primeras líneas de expresión y los poros en el rostro se harán más visibles.
En cualquiera de los casos no te asustes ni te lleves las manos a la cabeza: no son arrugas. Estas pequeñas líneas en la cara te irán saliendo en la frente y alrededor de los ojos generalmente, y te están avisando sobre todo de la falta de agua. Por tanto, necesitas empezar a incrementar tus dosis de hidratación externa e interna.

Consejo ACT: En esta etapa lo más importante es aprender cómo aportar una dosis extra de hidratación a tu cuerpo, por dentro y por fuera.

 
Madurez 


Esta época, centrada entre los 45 y 55 años aproximadamente, se caracteriza por los cambios hormonales. En la mujer se reduce el nivel de estrógenos y progesterona hasta llegar a la menopausia. En los hombres no es tan acentuado como en el género femenino, pero igualmente disminuye el nivel de testosterona. Estos cambios, además de las correlaciones fisiológicas, también pueden afectar a tu estado emocional. 

En ambos casos se empieza a ralentizar el metabolismo, y lo hace al ritmo de un 5% por década que cumplimos, y si mantenemos los mismos hábitos alimenticios puede traducirse en un aumento de peso, con grasa acumulada en la zona del estómago y la tripa principalmente. Es importante saber que el exceso de grasa abdominal puede incrementar el riesgo de padecer diabetes y enfermedades cardíacas. En ambos sexos se registra una falta de hidratación interna del organismo que se refleja en piel y los músculos. Por este motivo a partir de los 45 empezamos a notar la piel de la cara más seca, se empiezan a marcar las primeras arrugas y ver los primeros síntomas de flacidez

Consejo ACT: En esta etapa es el momento de prestar toda la atención a tus hormonas e incluir dietas nutritivas, además de hidratantes (que son las mencionadas en la etapa anterior).  

Plenitud de la Madurez 

Esta etapa la centramos entre los 55-65 años. ¿Has notado que te crujen los huesos o te duelen las articulaciones? No te preocupes en exceso. La causa es que se produce un desgaste del cartílago y disminuye el líquido lubricante de las articulaciones. 

Además, en esta década las digestiones son más lentas y suceden episodios de reflujo y estreñimiento. Asimismo, se reduce la producción de lactasa en el cuerpo (la enzima que ayuda a la digestión de la leche); en consecuencia, puedes desarrollar intolerancia a la lactosa. 

Consejo ACT: Lo más importante en esta década es proteger tus huesos, tanto desde el ejercicio físico como desde la dieta y el control médico; e incorporar este aspecto a tus programas anteriores de hidratación y nutrición.   

Sabiduría de la Madurez 

Todo lo que ocurre a los 50 se agudiza a partir de los 65, que es cuando empezará esta época, pero si ya has puesto en marcha algunas de las prácticas recomendadas, comprobarás que tu proceso de envejecimiento se ha ralentizado e incluso revertido en ciertas áreas de tu persona. Cada parte de tu cuerpo envejece a un ritmo diferente. 

La disminución de los niveles de ácido clorhídrico en el organismo que acontece a los 60 años se traduce en una menor absorción de la vitamina B12, una vitamina esencial para el funcionamiento normal del cerebro y sistema nervioso. Consejo ACT: Todo es muy importante, pero en esta etapa tu cerebro necesita una atención especial. Si ya has incorporado en tu rutina las medidas anteriores, entonces es el momento de sumar una más: la del cerebro. Ahora ya sabes qué ocurre en cada etapa del proceso de envejecimiento.  Si todavía no has puesto en marcha tu programa antiaging, ya sabes por dónde empezar. En ACTitud50 iremos abordando con mayor minuciosidad los distintos aspectos del proceso, no dejes de consultar la sección de nuestra Revista. Y tu... ¿te has perguntado cual es la parte de tu cuerpo que crees mantienes más joven y por qué?